Niuyo y sus cositas

Hace un par de viernes y tras una cena no ligera en un indio de Lexington (donde compiten por el mejor curry bengali) mi querido vecino nos llevo de excursion -para variar-.

Caminando caminando, nos vimos en la Quinta Avenida, frente a un rascacielos monumental y con un portero pidiendonos que por favor nos desabrocharamos el abrigo para ver como ibamos vestidos. Increible pero cierto, nuestro atuendo le parecio adecuado y nos condujo por diversos pasillos del edificio hasta dejarnos en un ascensor subiendo a la ultima planta.

Y...

las puertas se abren y en el hall nos recibe, nada mas y nada menos, que Currupipi disecado (si, el tigre de Jesulin, por si hay algun lector que se perdio ese dia Tombola), y con cara de enfadado por haber dejado ambiciones.

A la izquierda, musica de lo mas kitsch, gente bailando y sillones ocupados por grupos de chicos y chicas que abren sus botellas de champan buscando pasar al siguiente nivel (o sala).

La sala de la derecha; musica bajita, iluminacion oscura, en tonos morados a modo de burdel donde los triunfadores de la noche se dan el lote.

(Por si no lo he mencionado antes, el rango de edad del lugar varia desde los 21 a los 45 años)

Pero nosotros no ibamos ni pa un lado ni pal otro. Parriba. Escaleras terminadas, una puerta da una espectacular terraza. Pero ojo, hace frio. Pues nada mejor que disponer de uno de las 50 batas de rojas de forro polar que tienen en un perchero enorme en la puerta de la terraza.

Donde fueres haz lo que vieres, asi que ahi que nos enfundamos en nuestra batita, nos sentamos en una mesita donde la lampara es tambien estufa y disfrutamos de una birra de 9 pavos (no es obligatoria la consumicion) con una de las mantitas, que tambien ponen a tu disposicion, sobre las rodillas.

Cuidado con despistarte, pues alli estaba todo el mundo igualito, mas a gusto que un arbusto con su batita roja.

Mientras esperabamos a que saliera el jefe de la secta y sacrificara un cordero o a alguno de nosotros alli en medio (la opcion de orgia sexual quedo descartada porque alli estaba todo el pescao vendio), disfrutamos de la vista mas increible del Empire State.

La mejor y mas cercana.

Y despues, batita de vuelta al perchero, pregunta en la mente sobre cada cuanto tiempo las lavaran, y al cine.

Niuyor es asin. Y al que venga, se lo enseño.

(De hecho, Carmenchu viene en breve, y nos asalta una duda: le preguntara al manager antes de ponerse la bata cada cuanto tiempo la mandan a la lavanderia? Pronto lo sabremos)