domingo, 11 de octubre de 2009

UnDomingoCualquiera...



Te levantas sin resaca. Bien. Y es temprano. Bien. Y hace sol. Mejor. Y tu desayuno lo entona LaMásGrande. Insuperable.
Pero te entra NoSeQué y hasta piensas en que habría sido más fácil con un resacón monumental. Te levantas a las mil. No ves la luz del sol. El día pasa rápido.
Coges el teléfono y no funciona.
Optas por coger la resaca de la no resaca y meterla en el cajón de los calcetines (que en realidad es una caja de cartón de Ikea) y te echas a la calle.
Aún no sabes muy bien a qué, así que vas preparada. Cámara, libro, deberes y algo de pasta.
Andas. Paseas.
Te compras el guión que llevas persiguiendo un mes y te vas a tu japonés favorito a pedirte tu plato favorito.
Una cerveza y los señores White, Pink, Blue, Blonde, Orange y Brown te acompañan.
Cambias la cerveza por un yogur helado.
Te vas a un parque cercano a tu casa. Te tumbas en la hierba, al sol, oyes la música de la calle y lees.
Oscurece y terminas tu lectura en una cafetería.
Vuelves a casa. Estudias. Le das al play. Le das al pause.
Piensas en cómo ha mejorado tu día.

Domingo, Nueva York

3 comentarios:

Anónimo dijo...

madre mía que domingo más de carribradchou!!! qué fort merry!!
qué ganas tengo de verteeeee

de esta semana no pasa, me pillo el billete ya!!!

te quiero tela

ERNES

Anónimo dijo...

Te levantas sin resaca. Bien. Y es temprano. Bien. Y hace sol. Mejor. Y tu desayuno lo entona Tonino Carotone… LaMásGrande lo habría superado.
Limpias, fijas y das esplendor a esa buhardilla inacabada, imperfecta e interminable. Retocas por enésima vez el techo cual Miguel Ángel en la capilla Sixtina, quitas algo de grasa viejuna y mueves un armario escobero. El armario escobero se te cae encima y tienes ganas de llorar.
Pero sales en dirección al Rastro para acompañar a los turistas que están de puente y te paras a comprar el periódico en Tirso. Levantas la vista: balcón, flores de plástico, Los Otros viviendo en la casa de Los Otros, y te entra un NoSeQué al recordar olores, noches y voz… y te sonríes pensando que la vecina está tan presente y tan lejana… mar adentro (el segundo homenaje … Habría sido mejor una beca en Alcorcón… El día pasa rápido.
No tienes teléfono. Mierda. Mierda, mierda y mierda.
Aún no sabes muy bien a qué, así que vas preparado. Bolsillos vacíos y ojos para buscar elementos de decoración que nunca comprarás. Mucha gente en la marea rastrera. En una tienda de decoración relato a los turistas que robaron el felpudo. La dependienta se gira y dice que es de lo más normal del mundo y yo le respondo que es el primer caso que conozco. Ella como experta en felpudos y en su circulación en el mercado negro concluye que “ahora se roba de todo”.
Esta tarde me centraré en charlar con gente a la que estoy conociendo.
Andas. Paseas.
Mañana será otro día…
Domingo, Madrid

OTRO DÍA
De repente, caemos en la cuenta de que nadie te ha dicho que vamos a comer arroz al horno en tu casa tras haber hecho la ronda telefónica “póngame una conferencia con Niuyó de 2 a 3”. Me hace gracia que por una especie de pudor o respeto nadie te haya dicho que había arroz.
Hablar contigo es un cúmulo de sensaciones: ñoñez, paternalismo proteccionista, necesidad, tontorronería, echitud de menos, alegría, felicidad, ilusión.
Me alegro de escucharte.
¿Y si decidimos poner puntos y finales a esos capítulos de “personajes con disfunciones afectivas” que pasan por nuestras vidas? ¿Y si pactamos sólo abrirle la puerta a aquellos que merezcan tener un juego de llaves?... total, ya sabemos que el felpudo nos lo pueden robar cuando queramos…
Lunes, Madrid.

cuélgatelo...lobiu:
http://www.youtube.com/watch?v=Cw1SfD-Nlew

merro dijo...

El único arroz que como aquí va enrollado en algas. Me cocinarás cuando vuelva? Demasiados platos...
No tengo felpudo (más vale prevenir)
Aquí sólo tengo dos copias de las llaves: una pa ti y otra pa mi.
MeGustaNuestroPacto